Berliner Tageblatt - Austria frente al desafío climático que amenaza al esquí, deporte nacional

Austria frente al desafío climático que amenaza al esquí, deporte nacional
Austria frente al desafío climático que amenaza al esquí, deporte nacional / Foto: © AFP

Austria frente al desafío climático que amenaza al esquí, deporte nacional

La imagen es algo triste: Por un lado, una bella pista de esquí recubierta de nieve artificial sobre la que desfilan deportistas aclamados por el público. Por el otro, un flanco de la montaña, expuesto hacia el sur, completamente verde en pleno invierno.

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En Saalbach, Austria, teatro de los Mundiales de esquí alpino, la realidad del cambio climático es visible. En la pequeña estación situada a 1.000 metros de altitud, las temperaturas son suaves y las nevadas escasas en las últimas semanas.

"Es seguro, hay mucha menos nieve que hace veinte años", constata a la AFP Moritz Nachtschatt, de la asociación Protect Our Winters (POW -Proteger nuestros inviernos-). Los datos del instituto meteorológico austríaco lo confirman: apenas han caído copos de nieve en el país en febrero y el mes de enero fue de media 2ºC más cálido que en el periodo 1991-2020.

Frente a la crisis climática, POW redactó hace dos años una carta firmada por 142 esquiadores, entre ellos estrellas como Mikaela Shiffrin, pidiendo a la Federación Internacional de Esquí (FIS) intensificar sus esfuerzos, considerando que su deporte está "en peligro".

"Una ciudad como Saalbach tendrá problemas" para celebrar el Mundial en el futuro, valora Nachtschatt.

"Habrá menos estaciones, es una realidad (...) habrá que trabajar con estaciones situadas más alto", admite Susanna Sieff, responsable de "sostenibilidad" de la FIS, puesto creado hace menos de dos años.

- "Más arriba" -

"Somos las primeras víctimas del calentamiento climático y debemos limitar nuestro impacto", afirma Sieff, precisando que para "sobrevivir", la FIS tiene como objetivo reducir a la mitad sus emisiones de CO2 de aquí a 2030.

Esta responsable italiana sin embargo no da detalles precisos sobre la manera de lograrlo, hablando de extender las buenas prácticas sobre el consumo de energía, la gestión de residuos o la pedagogía con el público.

Los Mundiales de esquí en Saalbach son una buena imagen, con una organización que ha centrado parte de sus recursos (y de su comunicación) en la sostenibilidad de la competición, etiquetada como "evento verde".

"Todo se celebra en un mismo flanco de la montaña, las infraestructuras van a ser reutilizadas, se hacen esfuerzos sobre los residuos y transportes", aprecia Nachtschatt.

Incrustada en un valle, Saalbach no es accesible por tren. Por ello se han dispuesto lanzaderas que trasladan a los espectadores que llegan en coche o desde la estación, situada 15 km más abajo. El billete de entrada para la prueba deportiva permite también utilizar la red de transporte regional.

"Está bien que hayan puesto la cuestión de la sostenibilidad en el centro", destaca Ursula Bittner, de Greenpeace Austria, que pide sin embargo "transparencia" a la organización sobre esa "etiqueta verde".

- Una cuestión de imagen -

En el país rey del esquí, "no hay que subestimar la importancia de momentos como estos, que la gente celebra unida", reconoce la militante. "Pero hay mucho margen para hacerlo mejor en todas las competiciones".

Según ella, el calendario de carreras es una cuestión importante, ya que la FIS organiza cada año cerca de 330 eventos de la Copas del Mundo (alpino, estilo libre, nórdico, snowboard) que hace viajar a los deportistas de Austria a Noruega pasando por Estados Unidos, en ocasiones varias veces cada invierno.

"Debemos pensar en las poblaciones locales cuando se establece un calendario, somos una federación internacional", justifica Susanna Sieff.

La cuestión del calendario se basa también en una meteorología ya impactada por el cambio climático, lo que conlleva cada vez más a menudo la anulación de carreras.

"La temporada es cada vez menos estable, sobre todo al principio del invierno", señala Robert Steiger, profesor de la universidad de Innsbruck especializado en la adaptación al cambio climático.

Para este profesor, las competiciones no están en peligro a medio plazo ya que la nieve artificial, sobre la que se deslizan los deportistas, permitirá reproducir las carreras "haya o no nieve natural en el sitio".

En un momento en el que los glaciares austríacos reculan a toda velocidad y que cada vez más población se conmueve, se trata sobre todo de una cuestión de imagen para este científico.

"Para la gente, especialmente la ajena al mundo del esquí, es absurdo tener una competición de esquí en un paisaje completamente verde", señala. "Eso puede convertirse en un problema para el deporte".

I.Meyer--BTB