- Al menos 10 detenidos en la crisis poselectoral son excarcelados en Venezuela y se esperan más
- Siete británicos detenidos en España por tráfico de hachís
- El "potencialmente catastrófico" supertifón Man-yi toca tierra en Filipinas
- Las negociaciones de la COP29, al ralentí antes del G20 y la llegada de los ministros
- Comisión confirma cuestionada victoria oficialista en laslegislativas de Georgia
- Continúan los bombardeos israelíes en bastiones de Hezbolá en Líbano
- En Pensilvania, Trump logró conquistar el voto de los hombres latinos
- Con Trump desaparece el discreto distanciamiento de la administración Biden con Israel
- El agua llega por primera vez a una aldea indígena en la selva de Costa Rica
- Los resultados finales de las legislativas en Georgia confirman la victoria del partido oficialista
- Macron buscará que Milei se una al "consenso internacional"
- Bombardeos en los suburbios del sur de Beirut tras unos llamados a evacuar
- Biden y Xi sostienen su último cara a cara antes del temido regreso de Trump
- Mueren 10 recién nacidos en un incendio en un hospital de India
- La tormenta Sara causa fuertes lluvias en Honduras y Costa Rica
- El "potencialmente catastrófico" supertifón Man-yi se acerca a Filipinas
- Trump nombra a Karoline Leavitt, de 27 años, secretaria de prensa de la Casa Blanca
- Debate en Alemania sobre la candidatura de Scholz a la reelección
- Diputados indígenas interrumpen una sesión legislativa en Nueva Zelanda con una danza "haka"
- Jake Paul, el 'Youtuber' multimillonario que domó a Mike Tyson
- El cerco se cierra en torno a los últimos civiles en el este de Ucrania
- Macron viaja a Sudamérica bajo la sombra del acuerdo UE-Mercosur
- Pompeya establece un límite de 20.000 visitantes por día
- La red social X y los diarios ¿del idilio al divorcio?
- Fallece "la dama de los claveles", símbolo de la revolución de 1974 en Portugal
- Corte de Guatemala ordena regreso a prisión de periodista Zamora
- En la APEC, Biden y Xi advierten sobre "cambios" y "turbulencias" ante regreso de Trump
- BID aportará hasta USD 25.000 millones para alianza de Lula contra el hambre
- Cumbre Iberoamericana de Ecuador cierra sin consenso pero con promesas por el clima y Haití
- España acaba primera de grupo en la Liga de Naciones al ganar 2-1 en Dinamarca
- La Virgen de Notre Dame de París regresa a "su casa" cinco años después del incendio
- La colección de guitarras de Jeff Beck será subastada en enero en Londres
- ¿Milei en la antesala de retirar a Argentina del Acuerdo de París?
- Líbano examina plan de EEUU para un alto el fuego entre Israel y Hezbolá
- Gobierno de México prevé un déficit fiscal de 3,9% del PIB en 2025
- China estudia resistencia de ladrillos en el espacio para construir una base en la Luna
- Acto de vandalismo contra el monumento de la insurrección del Gueto de Varsovia
- La seguridad de los datos personales "no es negociable", dice CEO de TikTok
- El comediante Conan O'Brien será el anfitrión de los próximos premios Óscar
- Hamás se dice "dispuesto" a una tregua en Gaza y pide a Trump "presionar" a Israel
"No sé cómo será mañana": la incertidumbre de desalojados por las inundaciones en Brasil
Sobre un colchón en el suelo del mayor refugio de Porto Alegre, a Rafael Adriano Peres le cuesta moverse: fue atropellado por un auto en las primeras horas de las históricas inundaciones en el sur de Brasil y cuando salió del hospital con dos costillas rotas, su esposa había evacuado su pequeña morada, anegada.
Reunidos de nuevo, Peres, de 35 años, se abraza a Mara, de 45. "No sé cómo será mañana. Vamos a tener que empezar de cero", afirma este hombre enjuto que se ganaba la vida como reciclador informal en la zona baja de la ciudad, todavía inundada por el desborde del río Guaiba.
Entre montañas de ropa y juguetes donados, casi 800 personas están refugiada en este gigantesco cobertizo de la capital del estado de Rio Grande do Sul, golpeado desde hace casi tres semanas por un desastre climático inédito, con más de 150 muertos y un centenar de desaparecidos.
Algunos desalojados albergan la esperanza de volver a su casa cuando el agua baje, otros ya la dan por perdida, como Marcia Beatriz Leal.
Con un suéter blanco de cuello alto y un tatuaje sobre la ceja, esta mujer, de 50 años, alquilaba una casa en la localidad de Estrela, en el interior devastado de la región, con su hijo Pietro, de 7 años, y su anciana madre, enferma de Alzhéimer, dormida a su lado.
"Es la tercera vez" que vive una inundación. "Esa sensación de luchar, conseguirlo de nuevo y de vuelta todo desaparece", afirma Leal, que se hallaba en Porto Alegre con ambos cuando empezó el diluvio sin fin. Ni intentó volver.
- "Nunca pensé que pasaría" -
Esta diseñadora de ropa para animales domésticos afirma sentirse más entera tras haber "llorado" durante una charla organizada por la unidad de salud mental de la alcaldía, en un espacio reservado del abrigo.
Confía en instalarse con su madre e hijo en otro lugar, más a salvo de las lluvias cada vez más intensas en la región y vinculadas por los científicos al cambio climático y al fenómeno El Niño.
Leal y Peres coinciden: "La naturaleza nos está devolviendo lo que le estamos haciendo", afirma ella.
Cubierto con una manta colorida junto a Mara, él tampoco tiene dudas: "El ser humano está acabando con el planeta y la tendencia es que empeore, mientras no se acabe con la deforestación en la Amazonía (...), con todo lo que está debilitando la atmósfera".
La tragedia en el sur de Brasil es una "prueba" de eso y "mañana puede pasar en Belo Horizonte (sureste), en otras ciudades", agrega este hombre, quien subraya que siempre pensó que "el agua nunca llegaría" a su casa.
- Miedo y resistencia -
Unas 13.000 personas se hallan en los 149 refugios montados en esta moderna ciudad de 1,4 millones de habitantes, según las autoridades locales.
Para Marta Fadrique, coordinadora de salud mental de la alcaldía, el miedo a que las inundaciones vuelvan a repetirse puede instalarse entre los más afectados, aunque apunta que entre la mayoría de casos esa sensación acaba menguando.
"El miedo es normal" en esta fase "aguda" de la catástrofe, así como la ansiedad, el insomnio y "la desconfianza hacia todo", asegura esta psicóloga en el patio exterior del abrigo, donde hay varias hileras de ropa secándose al sol y corretean varios niños desalojados, con un aire ajeno a la tragedia.
Habraham Elises Gil, de 25 años, es un venezolano que inmigró hace seis años debido a la situación económica en su país. Junto a su esposa y dos hijastros consiguió rehacer su vida en Porto Alegre como limpiador, instalarse en una casa y comprarse muebles.
Lo perdió todo pero ya está pensando en volver a empezar.
"Los niños nos dan fuerza. La vida continúa, mientras sigamos con vida, todo tiene que fluir", afirma.
K.Thomson--BTB