- El problema de la vivienda en Irlanda, en el centro del debate electoral
- Semana crucial para un tratado mundial contra la contaminación por plásticos
- Una mujer es asesinada por un allegado cada 10 minutos en el mundo, según un informe
- Celtics dominan a Minnesota y Butler brilla para Miami
- Mujeres en India son víctimas de las tecnologías para vigilar la fauna
- Una mujer es asesinada por un allegado cada 10 minutos en el mundo, según informe
- Candidato prorruso lidera las elecciones presidenciales de Rumania
- Yamandú Orsi gana el balotaje y la izquierda regresa al poder en Uruguay
- Yamandú Orsi, el discípulo de Mujica que devolvió a la izquierda al poder en Uruguay
- Candidato prorruso empata al primer ministro proeuropeo en presidenciales de Rumania
- Combates entre Hezbolá e Israel en el sur de Líbano, bombardeos en suburbios de Beirut
- Revalidar la Davis completa la 'dolce vita' del tenis italiano en 2024
- Primer ministro proeuropeo lidera en primera vuelta de las presidenciales de Rumania
- Borrell pide alcanzar un "alto el fuego inmediato" entre Israel y Hezbolá en Líbano
- Revalidar la Copa Davis completa la 'dolce vita' del tenis italiano en 2024
- "No hay más tiempo", afirman exrehenes israelíes un año después de su liberación
- Tregua en Pakistán tras enfrentamientos entre chiitas y sunitas que dejaron más de 80 muertos
- Irán mantendrá conversaciones sobre su programa nuclear con Francia, Alemania y Reino Unido
- Cantón suizo de Basilea aprueba en referéndum la financiación para acoger Eurovisión 2025
- La expulsión de migrantes en EEUU podría costar caro a la economía
- Irán anuncia que mantendrá negociaciones sobre programa nuclear el viernes con Francia, Alemania y Reino Unido
- Países en desarrollo tachan de "insulto" el acuerdo climático de la COP29
- Verstappen conquista en Las Vegas su cuarto título seguido de Fórmula 1
- La policía de objetos perdidos de Tokio devuelve llaves, paraguas o mascotas
- Rumania elige presidente bajo la sombra de la extrema derecha
En Gaza, montañas de baterías se acumulan sin nadie que las recicle
En un vertedero a cielo abierto al sur de la franja de Gaza se van acumulando baterías oxidadas que, sin medios disponibles para reciclarlas, forman tristes montañas grises de varios metros de altitud.
"Las baterías se acumulan desde hace casi 15 años", cuando Israel impuso un bloqueo a este enclave palestino para contener al movimiento islamista Hamás en el poder, explica Ibrahim Baraka, que trabaja en este vertedero.
Situado cerca de Jan Yunis, en el sur de la franja, este centro de 2.000 metros cuadrados rebosa baterías por cada rincón. Solo queda despejado un estrecho pasillo para que circulen los empleados.
Baraka sabe que estos aparatos pueden ser nocivos, sobre todo si son usados, pero ni él ni el resto de trabajadores llevan equipamiento especial para manipularlos.
Las baterías están compuestas de plomo y de mercurio, elementos químicos peligrosos para el medioambiente y la salud humana, confirma Mohamed Masleh, director de recursos en el ministerio de Medioambiente en Gaza.
Según este responsable, hay en el microterritorio de Gaza unas 25.000 toneladas de baterías usadas que esperan a ser recicladas. Y la mayoría se almacenan en espacios no pensados para este uso, a menudo a cielo abierto, explica.
Pero en Gaza, estas baterías son indispensables: el enclave de 2,3 millones de habitantes, con omnipresentes cortes de corriente, no dispone más que de una central eléctrica que depende de entregas de fuel y no asegura un suministro estable.
Las baterías empezaron a ser usadas en la guerra de 2006 entre Israel y Hamás, cuando la central fue bombardeada por la aviación israelí, y actualmente están conectadas a numerosos paneles en los tejados.
- Ganarse el pan -
Ante los miles de aparatos que se apilan, Baraka lamenta que Gaza no disponga de material necesario para reciclarlos y que Israel no los quiera.
Solicitadas por AFP, las autoridades israelíes no comentaron.
El Estado hebreo envió recientemente un segundo triturador de metales a Gaza y aceptó el mes pasado pagar y recoger objetos de metal con fines de reciclaje, un brillo de esperanza para Baraka.
Mientras, su equipo y él desmontan baterías y retiran algunas partes, de plástico especialmente, que revenden a fábricas.
Pero esta práctica tiene sus riesgos sanitarios.
"La gente está en contacto con las baterías, los niños las cargan, las intentan abrir con destornilladores y diez años más tarde, el niño tiene cáncer", constata Ahmed Hillis, director del Instituto Nacional para el Medioambiente y el Desarrollo en Gaza.
"Toneladas de baterías se amontonan en vertederos, a veces llegando a 40-50 metros de altura", y sin ningún proceso de reciclaje, lamenta. Y "desgraciadamente, las mismas baterías están consideradas como fuentes de ingresos".
"Una batería usada de 16 amperios vale cinco séqueles (1,37 euros) y la de 200 amperios, 50 séqueles (13,7 euros)", explica Zakaria Abu Sultan, mientras recorre las callejuelas de Beit Lahia, en el norte de Gaza.
"¿Quién tiene viejas baterías para vender?", grita a través de un megáfono colocado sobre una carreta empujada por un caballo. Su esperanza es recuperar algunas y ganar algo de dinero mandándolas al desguace.
En esa jornada, el joven de 27 años solo ha conseguido tres.
En un territorio minado por la pobreza y el desempleo, esta actividad sirve para ganarse el pan, pero aquellos que la practican lo hacen "sin seguir ninguna regla y sin tener la experiencia en la recogida de productos peligrosos", señala Hillis, que pide una regulación más estricta para proteger a la población.
K.Brown--BTB