Berliner Tageblatt - La guerra en Ucrania da un vuelco a la vida de todos en Odesa

La guerra en Ucrania da un vuelco a la vida de todos en Odesa
La guerra en Ucrania da un vuelco a la vida de todos en Odesa / Foto: ©

La guerra en Ucrania da un vuelco a la vida de todos en Odesa

Andrii Kharlamov, barítono de la mítica ópera de Odesa, aprende a manejar armas y a llenar sacos de arena, mientras que Inga Kordinovska, abogada, supervisa la distribución de ayuda a miles de personas en un salón de comidas reconvertido. Dos casos que muestran el vuelco a la vida en Ucrania que ha provocado la guerra.

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Cerca del corazón histórico de la ciudad, en las inmediaciones de las barricadas, la sala de comidas, transformada en centro de ayuda humanitaria, redescubre su vocación original durante un concierto.

Bajo la imponente bóveda de este antiguo teatro, Kharlamov y otro cantante de la ópera del gran puerto del mar Negro, acompañados por un acordeonista, interpretan canciones tradicionales ucranianas ante los voluntarios del centro vestidos con chalecos anaranjados fluorescentes, en su mayoría mujeres jóvenes.

"Aportamos toda la alegría que podemos. La gente trabaja duro, con patriotismo y abnegación, pero está siendo puesta a prueba, así que venimos a levantarle la moral durante unos minutos", dice el barítono, de 33 años.

Cuando los tres artistas entonan, con el puño en el pecho, el himno nacional ucraniano, los ojos de una de las voluntarias se empañan.

Se aleja para esconder sus lágrimas en un rincón de la sala, cerca de una foto del presidente ucraniano Volodimir Zelenski, al lado de la cual está escrito en una cartulina una de sus recientes declaraciones: "La nación no está en venta".

"He seguido la formación preparatoria en el ejército y los primeros auxilios", comenta Kharlamov, que dice estar preparado para luchar, pero espera que no se llegue a eso.

- "Salvar nuestras vidas" -

A lo largo de la jornada, el edificio resuena con el sonido de la cinta de las cajas embaladas por los voluntarios. Contienen alimentos de todo tipo, pero también productos de higiene, medicamentos e incluso ropa interior.

El centro abastece a las tropas, en particular a la defensa territorial -en la que participan numerosos voluntarios civiles desde la invasión rusa-, así como a los desplazados y a las personas mayores aisladas, precisa Inga Kordinovska, de 30 años, abogada e iniciadora del proyecto.

"Preparamos los alimentos, se los damos a restaurantes que los cocinan y con ellos alimentamos a casi 5.000 personas por día", explicó.

Además, el centro suministra provisiones para entre 500 a 600 personas al día: "Conservas, galletas, chocolates, pan...", enumera la joven abogada.

El centro cuenta con casi 300 voluntarios de todos los horizontes, "con diferentes estatus sociales, edades y mentalidades", dice Kordinovska.

"Pero todos tenemos un objetivo común: detener esta guerra, salvar nuestros hogares y nuestras vidas y proteger a nuestros seres queridos, hasta la victoria", agrega.

La guerra también cavó una fosa entre la población de Odesa, mayoritariamente rusófona, y Rusia.

"He cortado todo contacto con mis colegas cantantes rusos desde 2014", el año en que Rusia se anexionó Crimea, dice Andrii Kharlamov, ganador del Concurso Internacional de Canto Antonin Dvorak en Karlovy Vary (República Checa).

"Apoyan la guerra y la agresión rusa", dice, "así que no tenemos nada que decirnos".

D.Schneider--BTB