Berliner Tageblatt - Una yazidí regresa a Irak una década después de haber sido secuestrada por yihadistas

Una yazidí regresa a Irak una década después de haber sido secuestrada por yihadistas
Una yazidí regresa a Irak una década después de haber sido secuestrada por yihadistas / Foto: © AFP

Una yazidí regresa a Irak una década después de haber sido secuestrada por yihadistas

Su familia había perdido la esperanza de que regresara algún día después de que yihadistas del Estado Islámico (EI) se la llevaran a ella y a otras miles de mujeres y niñas yazidíes como esclavas sexuales de Irak a Siria.

Tamaño del texto:

Una década después de su secuestro y tras la caída el mes pasado del presidente sirio Bashar al Asad, Silvana Khider, de 27 años, logró volver a Irak, y se reunió con su hermana Muluka en el Kurdistán autónomo, en el norte.

Silvana pasó los últimos años de su calvario en la provincia siria de Idlib, bastión del grupo Hayat Tahrir al Sham (HTS), que lideró la caída de Al Asad el 8 de diciembre.

"Me siento muy feliz, pero también muy triste. Mi padre y dos de mis hermanos están muertos. Mi madre y otro de mis hermanos están desaparecidos. Y cuatro de mis hermanas están en Europa", dice Silvana, que lleva un abrigo negro y el pelo recogido en un moño.

Su historia resume la tragedia de su comunidad, golpeada de lleno por la violencia del EI, cuyos crímenes han sido calificados por los investigadores de la ONU de "genocidio".

En agosto de 2014, los yihadistas del EI llegaron al monte Sinjar, hogar histórico de la minoría yazidí, cerca de la frontera con Siria, donde asesinaron a miles de hombres y se llevaron a miles de mujeres y niñas para venderlas como "esposas" de yihadistas.

La organización ultrarradical considera a los yazidíes y a su religión como "herejes".

- "Sin noticias" -

Los yihadistas se llevaron a Silvana, que tenía entonces 17 años, de Sinjar a Talafar, otra localidad del norte de Irak. Intentó escapar pero la encontraron y se la llevaron a Raqa, la autodenominada capital del EI, en el norte de Siria.

Acabó en Baghuz, el último bastión de los yihadistas en el este de Siria, hasta su derrota en marzo de 2019 a manos de una coalición liderada por Estados Unidos y fuerzas kurdas.

"Llevaba 10 años y seis meses sin tener noticias de mis hermanas, y ellas no sabían nada de mí", cuenta Silvana en árabe. Obligada a hablar árabe durante más de una década, ya no domina el kurdo.

"Creían que estaba muerta. Incluso me pusieron una tumba", dice.

Silvana cuenta que después de eso partió a la localidad siria de Idlib, donde su vida estuvo marcada por "el miedo, el hambre y los bombardeos".

Vivía sola en un sótano y recibió ayuda de algunas personas, incluyendo el jeque de una mezquita.

Su regreso al Kurdistán iraquí, tras la caída de Al Asad, fue organizada por la Oficina de Rescate de Yazidíes Secuestrados, un organismo de la región autónoma iraquí. El viaje duró cinco días.

- Familiares secuestrados -

Familias yazidíes contaron a AFP que pagaron a redes de traficantes miles de dólares para obtener información sobre sus seres queridos desaparecidos y para intentar conseguir su liberación.

Según Husein Qaidi, que dirige la Oficina de Rescate de Yazidíes Secuestrados, los yihadistas del EI se llevaron a 6.416 yazidíes.

Más de 3.500 han sido rescatados desde entonces en Irak, Siria y Turquía.

Pero más de 2.600 yazidíes siguen desaparecidos, según datos de la ONU en Irak.

Qaidi contó que su equipo había recibido información sobre Silvana en los días posteriores a la caída de Al Asad, lo que les permitió "ponerse en contacto con ella y ayudarla a regresar".

Su hermana Muluka recibió un día una llamada telefónica en la que le informaban de que seguía viva. "Unos días después, hablé con ella por teléfono. Fue una gran alegría", cuenta Muluka.

Muluka también fue secuestrada por los yihadistas y llevada a Raqa, donde fue vendida en 2018, antes de que ella y un grupo de mujeres escaparan.

Los restos de su padre y dos hermanos fueron encontrados en una fosa común. "No sabemos qué pasó con nuestra madre y nuestro otro hermano. Pero no creo que sobrevivieran", lamenta.

M.Odermatt--BTB