- Gobierno de Venezuela acusa a la oposición de vínculos con el Tren de Aragua
- Yellen considera "señal muy positiva" recorte de tasas de la Fed
- Parlamento Europeo reconoce al opositor González Urrutia como "presidente legítimo" de Venezuela
- Una científica premiada alerta sobre el mal uso de los tratamientos antiobesidad
- Leticia, aislada por la sequía del Amazonas en frontera colombiana con Perú y Brasil
- El Parlamento Europeo reconoce al opositor González Urrutia como "presidente legítimo" de Venezuela
- La OCDE espera un acuerdo sobre la imposición de los gigantes del sector digital para fines de año
- San Lorenzo pide la renuncia como vocal al exfutbolista Ortigoza por violencia de género
- Manu Chao mantiene su canto a la "libertad" en un nuevo álbum 17 años después de su último disco
- Humo procedente de los incendios forestales en Portugal llegará a España, según Copernicus
- España-Países Bajos y Argentina-Italia en cuartos de la Copa Davis
- El Banco de Inglaterra mantiene sus tasas de interés en el 5%
- ¿Qué se sabe de las explosiones de aparatos de comunicación en Líbano?
- Pedro Sánchez llama a "la desescalada" en Medio Oriente tras reunirse con Abás
- Un acusado de violar a Gisèle Pelicot en Francia reconoce que nunca obtuvo su "consentimiento"
- Jorge Martín, un líder bajo presión en el GP de Emilia-Romaña
- El Vaticano reconoce el santuario de Medjugorje pero no los mensajes de la Virgen
- El fallecido magnate egipcio Mohamed Al Fayed es acusado de violación, reporta la BBC
- Lo que se sabe sobre la ola de incendios que asola Brasil
- Meta, Spotify y otras tecnológicas piden a la UE que aclare su normativa sobre la IA
- El presidente ejecutivo del banco italiano UniCredit excluye lanzar una OPA sobre Commerzbank
- Condenan a 14 meses de cárcel a un hombre en Hong Kong por usar una camiseta "sediciosa"
- El primer ministro de Francia ultima sus difíciles consultas para formar gobierno
- La AIE advierte de un invierno todavía más difícil para Ucrania
- Rusia afirma que tomó otro pueblo en la región ucraniana de Donetsk
- Sube a 268 el balance de muertos por las inundaciones en Birmania, según medios estatales
- Detenido en España el sospechoso de matar a dos guardias civiles con una narcolancha
- Menos pan, poco arroz y ni rastro de aceite: la crisis se agudiza en Cuba
- Europa vira a la derecha en cuestiones migratorias
- La avería de un Airbus A350 de Cathay Pacific pudo causar daños "significativos", según una investigación
- Detenido un israelí acusado de complotar con Irán para asesinar a Netanyahu
- El "artivista" cubano encarcelado Otero Alcántara obtiene el Premio Rafto de DDHH
- El jefe de la policía en Brasil aboga por penas más duras contra los autores de incendios
- El combate de un pequeño pueblo inglés contra un plan energético del gobierno británico
- Las fuerzas de seguridad matan a dos personas en Nueva Caledonia, territorio francés en el Pacífico
- Líbano pide a la ONU poner fin a la "guerra tecnológica" de Israel en su contra
- Un alcalde se declara "inocente" del asesinato de un líder ambientalista en Honduras
- El desarrollo de la IA no puede depender de "caprichos" del mercado, alertan expertos de la ONU
- Nintendo demanda al creador del juego apodado "Pokémon con armas"
- Fabricantes de automóviles europeos piden ayudas "urgentes" ante las nuevas normas de emisiones
- Niegan de nuevo la libertad bajo fianza a Sean "Diddy" Combs en un caso por tráfico sexual
- Un niño japonés muere apuñalado en China
- Venezuela pedirá arresto de Milei por caso de avión incautado en Argentina
- EEUU dice que unos ciberatacantes iraníes ofrecieron información de Trump al equipo de Biden
- La líder opositora de Venezuela dice que la única opción de Maduro es aceptar una negociación
- La Guardia Costera de EEUU publica imágenes del sumergible que implosionó en 2023
- Denuncias, huelgas... Los futbolistas reaccionan ante el incremento de partidos
- Verstappen necesita detener la sangría en un GP de Singapur que se le resiste
- Un abogado dice que González Urrutia fue víctima de un "chantaje" para abandonar Venezuela
- El PIB de Argentina se contrae un 1,7% en el segundo trimestre y se profundiza la recesión
Entre alivio y desesperación, el relato de tres mujeres bajo el régimen talibán en Afganistán
El regreso al poder de los talibanes en agosto terminó con dos décadas de conflicto en Afganistán. Pero aunque el fin de los combates fue un alivio para muchas mujeres, para otras las restricciones impuestas por los fundamentalistas multiplica su desesperación.
La AFP se adentra en la transformación de la vida de las mujeres con el nuevo régimen talibán, a través de tres historias.
- La madre -
En un pueblo ubicado en la ladera de un monte cerca de Kabul, algunos niños corren entre las casas bajas. Ahora que las tropas estadounidenses se han ido, Friba cuenta que goza de una vida tranquila.
"Antes, había aviones en el cielo y bombardeos", recuerda esa madre de tres hijos en Charikar, en la provincia de Parwan.
Para los habitantes de muchas regiones rurales, la victoria de los talibanes y la retirada de las tropas estadounidenses representó el fin de una clase política corrupta y de un sangriento conflicto con decenas de miles de víctimas.
Friba, que como muchos afganos no tiene apellido, perdió a varios familiares durante el conflicto.
"Estamos contentos de que los talibanes hayan tomado el poder y de que haya paz", explica. "Me siento más serena", insiste.
Pero aunque la seguridad ha mejorado, la mujer reconoce que sigue luchando cada día por sobrevivir.
"Pero nada cambió, absolutamente nada. No tenemos dinero", suspira.
Para salir adelante, la familia depende de pequeños trabajos agrícolas y donaciones de comida.
- La estudiante -
Zakia estaba en clase de economía en la universidad privada Kateb el 15 de agosto de 2021 cuando el profesor avisó de que los talibanes estaban ya a las puertas de Kabul.
"Mis manos empezaron a temblar. Saqué mi teléfono del bolso para llamar a mi marido (...) y se cayó varias veces", cuenta.
Desde entonces, Zakia, que estaba en tercer año de estudios en la facultad, no ha regresado a clases.
Pese a que varias universidades privadas y públicas reabrieron en algunas provincias la semana pasada, muchas estudiantes decidieron no volver.
Para Zakia, pagar la matrícula es mucho más difícil ahora ya que los talibanes redujeron de manera drástica el sueldo de su marido funcionario.
Pero lo que realmente le impidió regresar a clase fue el miedo y el pánico de su familia ante los combatientes islamistas. Desde agosto, casi no sale y prefiere quedarse en casa, con su hija pequeña y la familia de su marido.
"Piensan que voy a ser detenida y tal vez golpeada por un talibán", dice Zakia, lo que sería "una terrible vergüenza".
Con 24 años, recuerda con melancolía los años que pasó en la universidad, pese a que la guerra lastró el sistema educativo.
"Comparaba mi situación, el apoyo de mi familia, con la de personas analfabetas que no recibían ninguna educación", recuerda. "Estaba orgullosa, sentía que tenía mucha suerte", explica.
Zakia no abandonó sus sueños. Al igual que cientos de mujeres afganas, recibe una beca de "La Universidad del Pueblo", una organización internacional que ofrece cursos en línea.
Cada semana, se conecta para estudiar gestión de empresas. Las clases la mantienen ocupada, pero no le impiden preocuparse por el futuro, sobre todo el de su hija.
"¿Cómo la educaré en una sociedad así?", se pregunta, inquieta.
- La antigua empresaria -
Cada mañana, Roya solía recorrer el centro de Kabul para enseñar a bordar a decenas de alumnas. Por la noche, confeccionaba vestidos y camisas para la futura tienda que soñaba abrir con sus hijas.
Sus ingresos le permitían pagar las facturas y las matrículas de los estudios de sus niñas.
"Sé coser muy bien, todos los modelos que la gente me pedía, yo sabía hacerlos", explica en su casa de la capital afgana.
"Necesitaba salir a trabajar, ser una mujer fuerte, alimentar a mis hijos y criarlos gracias a mi trabajo de costurera", detalla.
Pero su escuela, financiada con fondos extranjeros, cerró cuando los talibanes entraron en Kabul. Desde entonces, no volvió a ver ninguna de sus alumnas.
Hoy, Roya pasa los días en casa. El hogar depende ahora de los ingresos de su marido, un vigilante que trabaja a medio tiempo por algunos dólares a la semana.
"Me siento impotente", confía. "Tengo tanto miedo que ya ni vamos a la ciudad o al mercado", explica.
Gracias a Artijaan, una empresa que ayuda las artesanas afganas, recibe a veces encargos para confeccionar manteles. Pero en las estanterías de su casa, se amontonan los vestidos y trajes de colores de los que unos meses antes, se sentía tan orgullosa.
"Estoy encerrada en casa, con todas mis esperanzas y sueños", concluye.
O.Lorenz--BTB